lunes, 18 de abril de 2016

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Um espetáculo, triste e hipócrita, uma representação bufa de uma tragedia da que muitas pessoas não parecem tomar consciência, envenenadas e confusas que estão pelas máquinas de mentir cotidianas. A direita mais uma vez quebra as regras do jogo político, e entra lentamente no perigoso terreno do vale tudo, onde a violência, o autoritarismo e o extermínio do outro está posto sobre a mesa. Esqueçam seus direitos, dizem de Brasília, tenham medo e fiquem nas suas casas, pois voltamos. O verdadeiro projeto é reenquadrar o Brasil na ordem americana; nada de alianças BRICS, Bancos Asiáticos e veleidades de autonomia nacional apoiada em blocos regionais e polos alternativos de poder mundial. Nada de Petrobrás, nada de indústria nacional, nada de soberania, nada de direitos. O papel do Brasil é servir de plataforma de valorização financeira para o capital especulativo global e só. E exportar algo de café, perdão, soja. Para isso precisamos de deputados assim, funcionais, coadjuvantes de um filme gangsteril.
Lá fora, a classe média pula de alegria, a beira da sua cova.

Mariano Sánchez.

miércoles, 13 de abril de 2016

Escrito presentado ante el juez Bonadio por la causa "Dólar Futuro"



Señor Juez:

Cristina Fernández de Kirchner, por mi propio derecho, en la causa Nº 12.152/15 caratulada “Banco Central de la República Argentina s/defraudación…”, en trámite por ante ese Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, Secretaría Nº 22, con el patrocinio letrado del Dr. Carlos Alberto Beraldi (CUIT 20-13430665-4), constituyendo domicilio en Av. Santa Fe 1752, 2º A, a V.S. digo:
I.-
Objeto.
Que a efectos de ejercer mi derecho de defensa en juicio vengo a efectuar esta manifestación, la cual solicito se incorpore a la causa en el marco de la declaración indagatoria ordenada en autos.
II.
Introducción.
1) Cada vez que un Movimiento Político de carácter Nacional y Popular fue derrocado o finalizó su mandato, las autoridades que lo sucedieron utilizaron en forma sistemática la descalificación de sus dirigentes, atribuyéndoles la comisión de graves delitos, siempre vinculados con abusos de poder, corrupción generalizada y bienes mal habidos.
Sin embargo, los verdaderos motivos siempre fueron los mismos: por un lado, barrer con las conquistas logradas y los derechos adquiridos por la sociedad en sus diferentes estamentos y actividades; por el otro, imponer programas de “ajuste” y endeudamiento -matrimonio indisoluble- utilizando la supuesta corrupción para ocultar ambos objetivos. Con el correr de los años cada uno de esos supuestos “procesos moralizadores” devinieron en formidables transferencias de ingreso y patrimonio de las grandes mayorías a las elites gobernantes y sus grupos económicos vinculados, saliendo a la luz los escandalosos mecanismos de corrupción para hacer operativas esas políticas.
No son pocos los hechos históricos que así lo demuestran. El primer ex Presidente argentino que tuvo que enfrentar a un juez no fue peronista, por una razón muy sencilla: el movimiento nacional y popular en ese momento todavía lo encarnaba el radicalismo y su figura liminar: Hipólito Yrigoyen. Derrocado en 1930 por el primer Golpe Militar de la historia y, oh casualidad, convalidado y legalizado por acordada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, debió sufrir ser investigado por una comisión especial por supuestos hechos de corrupción, siendo encarcelado en la Isla Martín García. Recuperó su libertad merced a un indulto que Yrigoyen rechazó. El día que lo liberaron asumía el General Justo como Presidente de la República Argentina, dando inicio a lo que históricamente se conoce como “Década Infame”, llamada de esa forma por lo que constituyó un período de escandalosa corrupción y entrega del país. Sin embargo, no se detuvieron allí. Lo volvieron a encarcelar y pasó el último año de su vida en Martín García. Eso sí, esta vez no fue por corrupción, lo acusaron de conspiración.
Más tarde, el Movimiento Nacional y Popular se encarna en el Peronismo y en la figura de sus fundadores: Juan Domingo y Eva Perón. Durante sus dos Gobiernos los Derechos y conquistas populares construyen historia y época. Una vez más y tras el derrocamiento del General Perón, el gobierno de facto dictó el Decreto Ley 5143/1955 que creó la Junta Nacional de Recuperación Patrimonial, una comisión especial en franca violación del texto constitucional asignándole funciones jurisdiccionales bajo el “loable propósito” de obtener la incautación de todos los bienes de los que se habrían apoderado los funcionarios corruptos del anterior gobierno.
Pese al grado grosero de afectación de los principios más elementales del Estado de Derecho, hubo magistrados y funcionarios judiciales, incluso de las máximas instancias, dispuestos a justificar semejantes atropellos sin abandonar sus citas leguleyas e invocación de valores éticos que se correspondían con “su ser nacional”.
A título de ejemplo me permito citar el fallo de –una vez más- la Corte Suprema Justicia de la Nación del 21 de junio de 1957, en la causa “Juan Domingo Perón s/ bienes mal habidos”. Aquí en el dictamen del Procurador General ante ese Alto Tribunal se efectúan los siguientes señalamientos:
“1° Que antes de la revolución de septiembre de 1955 el país se hallaba sometido a un gobierno despótico, y en un estado de caos y corrupción administrativa, debido a la acción directa de las personas comprendidas en el decreto ley 5.148/55 y, en especial, a la del recurrente en esa causa.
2° Que uno de los fines primordiales de la revolución fue el de restituir al patrimonio público los bienes adquiridos ilícitamente por las personas indicadas, quienes, como es de pública notoriedad, se enriquecieron inmoralmente aprovechando los resortes del poder omnímodo de que disfrutaba Juan Domingo Perón y del que hacía partícipe a sus allegados…”
Por su parte, en la sentencia aludida, la propia Corte, en referencia al gobierno peronista, decía lo siguiente:
“…Esta opresión innoble sólo ha servido para el auge de la corrupción y para la destrucción de la cultura y la economía, de todo lo cual es símbolo tremendo el incendio de los templos y los sacrosantos archivos de la patria, el avallasamiento de los jueces, la reducción de la Universidad a una burocracia deshonesta y la trágica encrucijada que compromete el porvenir de la República contra la entrega de sus fuentes de riqueza (diario “La Nación”, septiembre 23 de 1955m página 1)”.
Cualquier coincidencia con los discursos y las acciones de actual Gobierno y de las decisiones de algunos sectores del Poder Judicial, no es casualidad.
La historia de dieciocho años de proscripción, lo acontecido en dicho período histórico y finalmente el retorno de Perón al país para ejercer su tercera presidencia me eximen de mayores comentarios.
2) En el año 1976, la dictadura genocida más sangrienta de nuestra historia siguió idéntico camino respecto de las autoridades constitucionales que habían sido derrocadas y de dirigentes que ni siquiera formaban parte de ese Gobierno, es más, algunos eran fuertes opositores al mismo. De esa manera truncaron el proceso democrático impidiendo las elecciones nacionales presidenciales que ya habían sido convocadas. Al momento del Golpe, Argentina era un país industrial donde la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno era casi del 50% y el endeudamiento externo era sumamente bajo y no implicaba condicionamiento alguno.
Así, el 21 de octubre de 1977, en el ámbito del Ministerio del Interior, se creó la tristemente célebre “Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial” (CONAREPA) que incautó no sólo propiedades y bienes correspondientes a la funcionarios del gobierno derrocado, sino también a empresarios, dirigentes políticos y sindicales, todos ellos detenidos exclusivamente por motivos políticos. Eso si, bajo la pátina, siempre conveniente y mediática, de lucha contra la corrupción
También, de manera no menos lamentable, se registran precedentes judiciales que avalaron las ominosas conductas descriptas. Es imperioso señalar que la participación del Poder Judicial siempre se convierte en condición “sine quanon” para este tipo de prácticas. En este sentido, un ejemplo paradigmático es el caso de “Papel Prensa”. En el mismo, todos los bienes de la familia Graiver pasaron a ser administrados por la referida CONAREPA, bajo la mirada complaciente de los jueces de aquellos años y la inactividad de los jueces de hoy. Ha pasado mucho tiempo y todavía los delitos de lesa humanidad cometidos en contra de la familia Graiver se encuentran sin recibir el correspondiente castigo.
Hace pocos días se cumplieron 40 años de lo que fue el Proceso “Moralizador” del 24 de marzo de 1976. Su saldo trágico en materia de violación de DD.HH., endeudamiento, desindustrialización, financierización de la economía, aún lo estamos pagando en el sentido más literal del término.
Los antecedentes mencionados ayudan a comprender que lo que sucede en la actualidad debe ser inscripto en un contexto político e institucional que se ha repetido a lo largo de nuestra historia: los avances y retrocesos que en materia de derechos y bienestar han sufrido en el pasado y vuelven a sufrir hoy los argentinos.
Precisamente por el valor histórico de los expedientes, registros, actuaciones y toda otra documentación de la infausta CONAREPA, como Presidenta de la Nación dispuse su traslado al Archivo Nacional de la Memoria, como ejemplo de un pasado que no queremos repetir.
3) Sin embargo, una vez más la historia se repite y el pasado vuelve a atrapar a los argentinos: endeudamiento, devaluación, despidos, persecuciones políticas, tarifazos en servicios públicos esenciales e indispensables, estampidas imparables de precios, comercios cerrados, industrias en crisis, censura y cercenamiento a la libertad de expresión, son sólo algunas de las calamidades que el nuevo Gobierno ha provocado en apenas 120 días. Esta verdadera tragedia se convierte en comedia cuando los rostros de quienes se quieren presentar ante los argentinos como cruzados contra la corrupción, son los mismos que durante los ’80 y los ’90 formaron parte de la “Patria Contratista” y su apellido estuvo indisolublemente ligado a escándalos y negociados con el Estado, ubicación de gerentes y directivos de sus empresas en puestos claves del Gobierno, pasando por el contrabando de autos con sociedades off shore absueltos por la “mayoría automática”, causal de Juicio Político a miembros de la Corte Suprema, o la estatización de la deuda de sus empresas; entre otros hechos de corrupción. No debería entonces llamarnos la atención que hoy ilustren la primera plana de todos los medios de comunicación internacionales, junto a otros dirigentes y mandatarios, algunos de los cuales ya renunciaron, con cuentas y sociedades en paraísos fiscales que les fueran descubiertas y de las que nunca le contaron a los argentinos. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación presenta el caso “Panamá Papers” en su página web bajo el título de: “Gigante fuga de registros financieros off shore expone la matriz mundial de la delincuencia y corrupción” (el subrayado me pertenece). Un escándalo global sin precedentes que trata de ser ocultado, sin conseguirlo, con el remanido recurso de denuncias y despliegue de mediáticas acciones judiciales.
Es que el que el Plan de Ajuste y Miseria vuelve a requerir una vez más, de la difamación y la calumnia para su implementación, bajo el mismo pretexto de que los dirigentes que defendieron y defienden los intereses populares y nacionales son corruptos sin remedio. Esta metodología no sólo es claramente visible en nuestro país, sino que se replica a escala regional como una matriz diseñada por expertos de otras latitudes.
La causa en la que aquí presto declaración y otras que se agigantan por los medios de comunicación concentrados, son un ejemplo lamentable de lo que vengo diciendo, a punto tal que a los propios medios extranjeros, que denunciaron a escala global el escándalo de “Panamá Papers”, les llama la atención el tratamiento que recibe el Presidente Mauricio Macri, implicado en el caso, y lo compara con el tratamiento que hubiera recibido quien suscribe, de haber sido la involucrada. Sostiene el diario alemán “Süddeutsche Zeitung” –periódico que dió a conocer a nivel global el “Panamá Papers”- que de haber sido la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner la involucrada, todos le hubieran pedido la renuncia en forma inmediata (www.sueddeutsche.de/politik/panama-...).
III.
Manifiesta.
1) Luego de ser informada acerca de los hechos que se me pretende imputar, entiendo y confirmo claramente que sólo a través de un ejercicio abusivo del poder jurisdiccional esta causa pudo ser llevada adelante.
En primer lugar, cabe señalar como algo absolutamente novedoso y sorprendente en términos judiciales, que haya sido citada a prestar declaración indagatoria cuando no existe ninguna mención, y mucho menos imputación en mi contra, ni en la denuncia efectuada por los Legisladores oficialistas Negri y Pinedo, ni tampoco por parte del fiscal interviniente o que surja, al menos, de la prueba recibida.
Es más, una simple lectura de los elementos de convicción a los que el juez hace expresa referencia en el auto de fs. 367/368, muestra que mi convocatoria a declarar es un prevaricato de V.S. en los términos previstos por el art. 269 del Código Penal.
Concretamente, la resolución dictada resulta contraria a la ley y fundada en hechos absolutamente falsos; así quedará acreditado en la esfera judicial competente.
En segundo término, tampoco se ha respetado en el caso el debido principio acusatorio y de congruencia que debe existir entre el hecho por el que se ha habilitado esta investigación y el que se me ha imputado.
Concretamente se habla de la existencia de un grupo de funcionarios que, de manera organizada, sistemática y concertada, llevamos a cabo acciones de carácter político, técnico y administrativo con supuestos propósitos delictivos, que no fue ni denunciado por los Legisladores oficialistas ni requerido por el Fiscal.
Esta hipótesis de asociación ilícita, construida capciosamente por el magistrado, es otra muestra de la arbitrariedad con que ha procedido y revela además la intención del Gobierno con la colaboración imprescindible del Poder Judicial de “plantar”, a quien suscribe, una causa penal que me prive de la libertad.
Como ya lo he dicho públicamente y reitero una vez más: no les tengo miedo. Afrontare este proceso y cualquier otro que quieran fabricarme. Fue decisión explicitada públicamente no tener fueros que me hubieran colocado en una posición de privilegio en relación a la de cualquier otro ciudadano. La igualdad nunca fue, para mí, un recurso retórico.
En tercer término, y desde un plano estrictamente jurídico tal como lo han explicado cada una de las personas imputadas que declararon en esta causa, las operaciones investigadas fueron llevadas a cabo legítimamente por las autoridades del Banco Central de la República Argentina, de acuerdo a la normativa vigente e inspirada en los propósitos de su Carta Orgánica, es decir, promover, en las medidas de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social (art. 3).
Hago propios todos y cada uno de los argumentos que vertieran en este expediente el Sr. Ex Ministro de Economía Dr. Axel Kicillof y los Sres. ex Presidente y ex Vicepresidente del B.C.R.A. Alejandro Vanoli y Miguel Angel Pesce, así como también los de los Directores y ex Directores de la misma institución, que han actuado en un todo de acuerdo con lo que prescribe la Ley 24.144, Carta Orgánica del B.C.R.A. en su Capítulo Primero, que tiene por objeto definir la naturaleza y el objeto de la Institución, en sus artículos 1, 2, 3 y 4, como así también el resto de las disposiciones de dicho instrumento, que como es de estricta hermenéutica legislativa deben ser entendidos y comprendidos en el marco de las definiciones estructurales de la norma.
Resulta insoslayable señalar que mi administración siempre buscó desarrollar una gestión de gobierno que protegiera el valor de la moneda, ya que su depreciación produciría los efectos más desfavorables sobre la actividad económica en general.
Puede afirmarse que, por lo menos en este capítulo no nos hemos equivocado y las consecuencias están a la vista.
Desde diciembre de 2015 a la fecha la estampida imparable de los precios, la desocupación, el aumento de la pobreza y la caída de la actividad económica y comercial, tiene indudablemente puntos de convergencia con los efectos de una “maxidevaluación” llevada a cabo por las autoridades del gobierno actual de manera brutal. El Gobierno no cuida a los argentinos. Tampoco parece preocuparse por ellos, ni por el dolor, angustia e incertidumbre que hoy están viviendo.
En quinto lugar, todo lo que se ha dicho en la denuncia acerca de graves perjuicios para el Banco Central y beneficios indebidos para terceros inescrupulosos resultaron ser simples manifestaciones electoralistas a las que se les dio cobertura mediática mediante la sustanciación de esta causa.
Adviértase que a requerimiento del actual Presidente del B.C.R.A. el Juez de la causa, en dos oportunidades manifestó que no había ninguna medida restrictiva ordenada que impidiera el pago de los contratos que se investigan. Cabe preguntarse entonces ¿Cómo puede ser que se impute la comisión de un delito cuya supuesta consumación ha sido autorizada por el mismo magistrado a cargo de esta investigación?
Por otro lado, también se debe destacar que ninguno de los supuestos “terceros enriquecidos ilegítimamente” por la operatoria del dólar futuro, tan siquiera fueron individualizados ni mucho menos citados a este proceso. No hay en este sentido actividad procesal alguna siquiera que insinúe esa línea de investigación. Me pregunto: -¿Será tal vez que puedan encontrarse con algún conocido que quieren mantener alejado de esta investigación y no seguir sufriendo nuevos traspiés políticos? Podríamos agregar como graciosa paradoja de estos “paladines de la moral” que el actual Presidente del B.C.R.A. tiene procesamiento firme por delitos económicos con motivo, nada más ni nada menos, que en la “operación” de endeudamiento conocida como “Megacanje”. Huelgan los comentarios.
Por si todo ello fuera poco, en los últimos días, hechos que son de dominio público muestran como los principios morales que tanto se predican resultan ser sólo un mero ejercicio distractivo y justificativo del ajuste, que ha quedado sepultado en el escándalo internacional de un Gobierno cuyo Presidente, sus familiares más directos y sus funcionarios más allegados quedan al descubierto como titulares de sociedades y cuentas off shore, que en otras latitudes ya han provocado renuncias hasta de Primeros Ministros. En suma, se trata de un conjunto de personas que, según los parámetros que V.S. ha elegido para imputarme en esta causa, merecerían ser también investigados a la luz del supuesto delito de asociación ilícita.
Además, y como lo han indicado el Presidente y los miembros del Directorio del BCRA en sus declaraciones obrantes en autos, la operación de venta de futuro de dólares no produjo en el Banco Central, tal como lo reflejan sus balances, pérdida alguna y sólo puede hablarse de efectos disvaliosos a partir exclusivamente de las decisiones que tomaron las actuales autoridades al devaluar y que fueran convalidadas por el Juez de la causa.
En definitiva, la imputación sub litis resulta absurda tanto en términos facticos como jurídicos e ingresa en el terreno de lo ridículo. Así lo evidencian las preguntas “inquisidoras” que V.S. le ha formulado a alguno de los imputados, con la intención de tornar justiciables hechos de contenido estrictamente político -terreno en el que el juez se movió con muy poco éxito en sus cargos anteriores-, demostrando también el mismo grado de incompetencia que registra en este tipo de materias técnicas.
La fuerza de los hechos es contundente. Primero dieron inicio a esta causa mediante una falsa denuncia que el Juez rápidamente instruyó. Dos días antes de la segunda vuelta de las elecciones nacionales, llevaron a cabo un allanamiento en el B.C.R.A. con el propósito de originar una corrida bancaria para forzar la devaluación y no lo lograron.
Después de los resultados electorales, en contra de lo que públicamente siempre sostuvieron, presionaron con esta causa, y de otras maneras, para obtener la renuncia del Presidente del B.C.R.A., borrando con el codo la independencia que debe tener el B.C.R.A. sobre la que escribieran y dijeran en múltiples conferencias y sets de televisión.
Una vez designadas las nuevas autoridades del ente rector, llevaron a cabo una devaluación de la moneda que, como se vió, produjo efectos devastadores sobre la economía.
Por último y nuevamente con la complicidad judicial, avanzaron con esta causa imputando falsamente a personas inocentes la comisión de delitos, los cuales de haber existido, resultarían exclusiva responsabilidad de las actuales autoridades.
En síntesis: ellos denunciaron, intentaron con una “corrida judicial” una devaluación, forzaron la salida del Presidente del B.C.R.A., devaluaron y ahora, con la complicidad judicial, pretenden colocarnos ante la opinión pública como culpables de los efectos de las medidas y decisiones que ellos adoptaron.
Finalmente el Gobierno de las excusas -como todo en la vida- tiene un límite: la responsabilidad de los propios actos y el juicio inevitable de la historia.
IV.-
Petitorio.
Por todo lo expuesto, a V.S. digo:
1) Se tenga por efectuada la presente manifestación a los efectos que corresponda.
SERÁ JUSTICIA.

domingo, 3 de abril de 2016

Um golpe neo-liberal têm que ser um golpe de baixo custo: como hospitais públicos que eles planejam

O editorial deste domingo 3 de abril de 2016 da Folha de São Paulo deixa em evidência que na aliança golpista já há setores que começam a perceber que o ‘impeachment’ acarretaria um custo político muito alto para eles. Estão percebendo que há vastos setores da sociedade brasileira (muitos deles insatisfeitos com o governo), e também muitos setores da política, da cultura e da opinião publica internacional, que sabem que essa manobra é uma brutal mascarada que viola toda legalidade. Por isso, caso seja bem sucedida, essa manobra tiraria toda credibilidade às instituições brasileiras (nos planos nacional e internacional); desnudando o fato de muitas delas serem somente instrumentos dum poder oligárquico que pode funcionar com independência de qualquer controle democrático. Quer dizer: o putativo ‘impeachment’ seria visto, para sempre, no Brasil e fora do Brasil, como um simples e sórdido golpe; e seus executores e cúmplices nunca poderiam chegar a limpar sua ficha de golpistas. Uma mácula, aliás, que já vai perseguir para sempre a muitos deles; e isto inclui a um jornal como a Folha.
Daí a nova línea de ação que estão propondo: pedir a renuncia da presidente. Primeiro contribuíram a que ela ficasse quase sem margem de ação para governar; e tem sido cúmplices ativos do congresso ‘cunhesco’ que conspira e obstrui permanentemente. Agora, então, quando o governo está (é verdade) desgastado, porque eles contribuíram a isso, querem então que a presidente renuncie; e assim todo seria mais fácil, ideal: o golpe se haveria consumado; mas não haveria custos políticos para assumir e afrontar. Seria ela a que foi embora porque teria percebido que não tinha não sei o quê para governar. A Folha quer tirar vantagem em tudo, como um vulgar golpista de feria.             


viernes, 1 de abril de 2016

La instalación del enemigo

El clima de hostilidad y estigmatización instalado desde los discursos del actual gobierno se evidencia en la no poca aceptación social hacia los despidos a trabajadores, la represión a manifestantes o la persecución a militantes. El riesgo de esta instalación en el humor social es la creación de una cultura que alimenta al monstruo de la violencia hacia el semejante.

Por Nora Merlin*

(para La Tecl@ Eñe)



Los seis golpes de Estado realizados  en Argentina entre 1930 y 1976 por las Fuerzas Armadas con el apoyo de las élites económicas, permiten sostener que esa práctica se había naturalizado. De algún modo, la sociedad civil se había acostumbrado y, periódicamente, aguardaba la interrupción del orden democrático. Sin embargo, el golpe de 1976 no fue como los anteriores y supuso un quiebre en ese lamentable hábito. Se trató de un hecho traumático sin precedentes en la región, que lesionó para siempre la identidad del país. Entre 1976 y 1983 se produjeron todo tipo de violaciones a los derechos humanos y el terror se hizo cotidiano. El estado de excepción “generalizado” en que vivía el país representó la mayor crueldad de la historia Argentina, superando todos los patrones de juicio moral existentes, los conceptos disponibles y las categorías políticas utilizadas hasta entonces. Desde fines de la década de 1950, los militares argentinos aprendieron las técnicas de violencia física por intermedio del ejército francés. Éste desarrolló la doctrina de la guerra antisubversiva en Indochina y Argelia, y transmitió al ejército argentino sus experiencias sobre la desaparición de personas, aunque fueron los nazis quienes por primera vez implementaron la figura del detenido-desaparecido. El Decreto “Noche y niebla” de Hitler, fechado el 7 de diciembre de 1941, daba curso a las desapariciones forzadas de los opositores al régimen, quienes eran llevados clandestinamente durante “la noche y la niebla”. Para mantener en incertidumbre a la familia y a la población, no se ofrecía dato alguno sobre el destino del detenido.

La dictadura argentina del terror recurrió a la desaparición de personas y los campos de concentración. Eran procedimientos que para los militares presentaban “ventajas”: el desconocimiento sobre el paradero de los desaparecidos infundía miedo y angustia social, afectos necesarios para despolitizar y aplicar un plan económico neoliberal sin resistencia de la población. Ocultar la prueba del cuerpo del delito permitía impunidad a los militares, que negaban todo. Nadie sabía nada ni se hacía responsable.



Además de la táctica de desaparición de personas, el régimen nazi puso en funcionamiento los campos de concentración. El mal radical, concepto establecido por Hannah Arendt en Los orígenes del totalitarismo (1951), arrojó alguna luz sobre lo que allí sucedía. La maquinaria de producción de “cadáveres vivos” no perseguía sólo la muerte sino la dominación total de las víctimas, transformando a un sujeto en un objeto denigrado, borrando toda huella de singularidad. Allí las personas eran reducidas a seres fantasmales, incluso en el momento en que se dirigían hacia la muerte. El desaparecido llevado al campo de concentración quedaba fuera de la ley, sin derechos jurídicos, despojado de toda pertenencia y dignidad humana. Sus victimarios habían ya traspasado todo límite moral, toda vergüenza y asco, los tres diques civilizatorios establecidos por Freud. Los campos demostraron que era posible aniquilar seres humanos sin que fuera necesaria su eliminación física.

A pesar de la lógica antidemocrática perversa y la violencia instalada, tanto la Alemania nazi como la Argentina del Proceso militar precisaban de cierto consenso social. Era necesario contar con un cuerpo social obediente, de autómatas manipulables y atontados que nieguen, no (se) pregunten ni quieran saber lo que estaba sucediendo. Los regímenes totalitarios sólo pueden tener lugar si prohíben y desacreditan la política, lo que va de la mano de la producción de una cultura unida por el miedo y la instauración de un enemigo interno, al que es imperativo desechar por su peligrosidad. Con vistas a producir ese enemigo, Hitler estableció un Ministerio de Propaganda, liderado por Joseph Goebbels, que se encargaba de comunicar el mensaje nazi. El objetivo principal era diseminar el antisemitismo, instalar el odio al judío como un ser consumido por el dinero y un enemigo peligroso por su maldad intrínseca. De un modo análogo, la propaganda desarrollada por la Junta Militar argentina se orientaba a crear un ambiente de hostilidad contra los “subversivos” y “terroristas” de ideología marxista, quienes eran presentados como enemigos internos de la cultura occidental y cristiana (en esa caracterización se incluía a todo el campo popular politizado). Los militares buscaban legitimar la represión; con la excusa de llevar a cabo una tarea “normalizadora” de la sociedad, requerían la aceptación social de la represión y el autoritarismo. En este sentido, la junta militar continuó la estrategia propagandística que había comenzado durante el gobierno de Isabel Perón. En su gobierno se había instalado alrededor del Obelisco un cartel con la leyenda “el silencio es salud”, que aludía a un ruido político indeseado y al intento de silenciamiento de toda aquella forma de hacer política que no fuera la oficialista. Durante la celebración del Mundial de fútbol de 1978 el gobierno realizó una intensa operación publicitaria, basada en el slogan “los argentinos somos derechos y humanos”, para contrarrestar una supuesta campaña anti-argentina. Los medios de comunicación cumplieron un papel determinante en la manipulación de la subjetividad: desinformaron, ocultaron, silenciaron opiniones y ejercieron la censura explícita e implícita.

En resumen, con el argumento de que el fin justifica los medios, los totalitarismos precisan conseguir un consenso social que avale las prácticas violentas que llevan a cabo y las legitime. Los objetivos políticos de los totalitarismos son disciplinar a la sociedad y, en la mayoría de los casos (así en los que revisamos), aplicar un plan económico que privilegia a elites económicas minoritarias. Para ello se vuelve imprescindible unir a la cultura a través de la producción de odio social y miedo hacia un enemigo interno. De allí que se imponga la creencia en la necesidad de restaurar un supuesto orden quebrado por el peligroso enemigo y recuperar los valores que éste destruyó.

En Freud, Lacan y Laclau la operación de rechazo es, respectivamente, constitutiva de la realidad, del sujeto y de la construcción política hegemónica. En las tres teorías, la proyección al exterior de la pulsión de muerte, lo segregado en Lacan y el heterogéneo de Laclau (para estos últimos, se trata del objeto a que designa la imposibilidad), la conceptualización del rechazo estructural de ningún modo implica la conformación de un enemigo; más bien, el rechazo es aquello que en Lacan divide al sujeto y en Laclau constituye el conflicto político en dos campos adversarios (no en enemigos). Delimitar el lugar vacío e imposible de lo social hace posible la vida democrática, entendida como un lugar abierto para la invención política y la irrupción contingente del pueblo. En cambio, cuando en lugar de conformarse en una exclusión constitutiva que impide el cierre y el todo, el rechazo se sustancializa y es transformado en un ser, un enemigo ontológico, observamos como inevitable consecuencia el surgimiento de una sociedad unida por el odio. Situamos en esta vertiente esencialista toda una serie de fenómenos que producen exclusión social: distintas formas de racismo y fenómenos de xenofobia.
  
El gobierno argentino actual, estimulado por los medios de comunicación, intenta imponer una forma de concebir la república como un sistema de instituciones, leyes y costumbres, que debe suprimir los excesos del pueblo (la turba caótica) en la calle. Se fomenta entonces la idea de que la función de la democracia, “la buena”, pasa por el control del exceso colectivo –es decir, la represión del pueblo–, pues se juzga que sus manifestaciones son contrarias al orden republicano.
  
Esta concepción suscribe como ideal la instauración de la armonía y el consenso republicano, velos elegantes bajo los que se encubren inconfesados anhelos de supresión de la política. Se reprime la protesta social a través de la aplicación del protocolo de seguridad, se estigmatiza a los militantes como ñoquis, al kirchnerismo, a Milagro Sala, a los manteros, a los vagos choriplaneros, etc.
  
En un sentido opuesto al amor que tiende a la unión, el odio desune, separa, implica ruptura del vínculo social. Observamos la agudización de la hostilidad entre los semejantes: no poca gente aplaude los despidos a trabajadores, la represión a manifestantes, la persecución a militantes. Una cultura reunida por el odio y la construcción de un enemigo surgido del propio pueblo, es una cultura en riesgo que alimenta al monstruo de la violencia y la inseguridad.

Buenos Aires, 10 de marzo de 2016

*Psicoanalista (UBA)-Magister en Ciencias Políticas (IDAES)


Fondos Buitre: una salida política



La actual coyuntura que atraviesa la Argentina con los fondos buitre está planteada por el Gobierno de Macri, las corporaciones económicas, los medios de comunicación hegemónicos y algunos partidos políticos, como un sofisma lógico. Esta clase de enunciado representa un argumento falaz con el que se pretende defender algo falso y/o confundir al adversario en el diálogo o la discusión.

Por Nora Merlin*
(para La Tecl@ Eñe)



En griego sophisma significa artificio, razonamiento capcioso; el diccionario lo define como "una proposición aparentemente verosímil, pero falsa y destinada a inducir a error al interlocutor".
 
El planteo del problema, tal como lo realizan los buitres locales e internacionales, se vuelve un sofisma lógico de imposible solución: reclaman que Argentina cumpla a rajatabla lo dictaminado por el juez y pague a los fondos buitre la totalidad del monto adeudado. Sabemos que eso es irrealizable porque el resto de los acreedores podría reclamar con legítimo derecho el pago de la totalidad de sus bonos. Acto seguido, advierten que el incumplimiento de los compromisos internacionales de pago significaría para el país falta de  créditos o con tazas muy elevadas.

En el artículo "El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma" (1945), publicado en Escritos I, Lacan presenta un problema planteado como sofisma, un postulado que, como mencionamos, no tiene solución lógica.

 
El caso de Lacan es el siguiente: El director de una prisión convoca a tres presos, les plantea un problema de lógica y les dice que el primero que consiga resolverlo obtendrá la libertad. Les comenta que tiene cinco círculos, dos negros y tres blancos. Colocará un círculo en la espalda de cada uno de ellos y los otros dos restantes los esconderá. El primero que averigüe su propio color y que pueda argumentarlo lógicamente, será libre. A continuación coloca un círculo blanco en la espalda de cada uno de los presos, escondiendo los negros. Es decir, los tres presos ven dos círculos blancos en las espaldas de sus compañeros, con lo cual cada uno de ellos puede pensar que él es un negro o un blanco.
 
Desde la deducción lógico-matemática, la solución es imposible, pues lógicamente son posibles tres combinaciones: dos círculos negros y un blanco, dos blancos y un negro o tres blancos. Sin embargo, se encuentra una solución de otro orden, que se aparta de la lógica clásica: cada uno puede deducir su color a condición de observar las reacciones de los otros. Lacan afirma que este problema, presentado como lógica clásica, únicamente adquiere solución a partir de la lógica humana. Esta última incluye al Otro, a los otros y también ineludiblemente comprende una dimensión temporal, un proceso. En ese proceso recorta tres momentos: el instante de la mirada, el tiempo para comprender y el momento de concluir. Resumiendo, los describe del siguiente modo:
-El instante de la mirada: Se dan a ver los datos iniciales. Por ejemplo, uno de los presos puede pensar: "Estando ante dos negros, sé que soy un blanco."
 
-El tiempo para comprender: Aparece aquí una intuición en la que el sujeto objetiva algo más allá de los datos de hecho. "Si yo fuese un negro, él habría salido sin esperar un instante. Si se queda meditando es que soy blanco." O, "si yo fuese un negro, los dos blancos que veo no tardarían en reconocerse blancos."
 
-El momento de concluir: Hay aquí una respuesta, el sujeto se apresura hacia la salida y lo hace bajo la evidencia de la conducta de los otros. "Me apresuro a afirmar que soy blanco para que estos blancos, así considerados por mí, no se me adelanten."

Este sofisma permite comprender que la racionalidad no supone una actividad de experto o de aislada deducción matemática, sino que, por el contrario, es relacional: Se trata de intersubjetividad, intereses, antagonismos, deseos, afectos, intuiciones y posiciones discursivas. Dicho de otra manera, sólo la experiencia de un proceso de intercambio social y el reconocimiento recíproco de los actores hizo posible el acierto y la salida a la libertad.

Como se comprueba, la solución del sofisma se presenta como posible cuando se logra dialectizar el problema. Esto implica, como dijimos, un proceso temporal en el que se incluye necesariamente al Otro y a los otros en una lógica relacional. En primer lugar, el instante de ver a los otros permite la constitución de los datos iniciales, que luego se irán modificando en un tiempo siguiente de comprensión. Esta dimensión de comprender y elaborar lo visto le permite al sujeto salir de la posición de mero espectador y "parir" una salida al mundo, como dijera Hanna Arendt, que, en el caso del sofisma lacaniano, es una salida hacia la libertad.
 
El movimiento dialéctico concluye con un juicio que es un acto, en nuestro caso sobre una identidad: "Soy un blanco." Un acto que se produce y que demuestra luego, secundariamente, su lógica, sus razones y su derecho sin garantías. La combinatoria binaria entre dos relaciones al modo de la lógica clásica, verdadero o falso, es secundaria al acto y nunca es la que lo funda.
 
A esta altura, el lector debe estar preguntándose qué tiene que ver todo este desarrollo con el pago de la deuda, el canje, los bonistas y los buitres. Del mismo modo que Lacan establece en el sofisma que los presos encuentran su libertad únicamente por la vía de la relación intersubjetiva y colectiva, en el caso de la Argentina y los buitres, la solución tampoco se producirá por la vía de la deducción, el cálculo matemático o el sometimiento a la lógica clásica. La historia argentina nos ha demostrado que seguir la "lógica ortodoxa" de las recetas de los organismos financieros internacionales y a sus expertos, suponiendo que sus gurúes nos orientan porque saben, nos condujo a debacles económicas y financieras. Hoy aprendimos, por experiencia, que ellos nunca son neutrales y que no nos llevarán a ninguna solución con su lógica clásica y repetida.  Los fondos buitre y sus aliados locales, plantean el pago como un tema económico con fría solución matemática. En el sofisma lacaniano de la cárcel y los prisioneros, la solución fue posible a condición de transformar el sofisma lógico en una experiencia colectiva. Del mismo modo, frente a la coyuntura actual planteada con los buitres imperiales de la casa matriz o sus agencias filiales en versión nacional, pensamos que es necesario transformar los sofismas lógicos o económicos en problemas políticos. Esto significa emplear el  tiempo que sea necesario para un debate democrático, plural, responsable, en el que participen todos los actores involucrados y en el que se manifiesten intereses, desacuerdos y salidas posibles.

El destino de la Patria dependerá  de este debate por lo que es imprescindible abandonar la ilusión de poseer la fórmula buena o pretender portar la verdad única.

Una conclusión. Muchas veces las supuestas "verdades" objetivas, económicas, frías y alejadas de la gente, no son más que sofismas tramposos, de solución circular y repetitiva especulación financiera. Es factible salirse de la lógica clásica y las recetas de siempre, para pasar a la invención colectiva de soluciones reales y posibles. Sabemos que no se consiguen de una vez, sino que más bien son el fruto de un proceso y de un trabajo constante, democrático y colectivo, donde nada está garantizado.

Buenos Aires, 14 de marzo de 2016


*Psicoanalista (UBA)-Magister en Ciencias Políticas (IDAES)

O para que e o quem do golpe no Brasil

Há duas perguntas que me faço e tento me responder.
(1) a serviço de quem está este golpe e este modo de agir?
(2) quem age desse modo.
O slogan do golpe é a luta contra o comunismo e a corrupção. De fato não vivemos no comunismo, mas sim vivemos um momento de inclusão social e talvez seja isso o que incomode a alguns a tal ponto de chamar de "comunismo" como quem nomeia um fantasma. Então se descobre a corrupção que sempre teve, mas "agora é sistemática" ou "institucionalizada" e é preciso eliminar. (Como se uma ditadura não fosse essencialmente um governo corrupto). Mas sabemos que a consequência do impeachment é a toma do poder de pessoas como Cunha, Temer e Aécio que não vão a acabar com a corrupção, mas sim com a inclusão social. Então eu suspeito que não é a corrupção nem o comunismo o que afeta e sim a inclusão social. Por isso se explora o ódio, por isso se reivindica o direito de dizer "mate um petista", por isso uma médica pode recusar uma criança de mãe petista e isso ser festejado. O objetivo parece ser quebrar o diálogo, romper os laços sociais estabelecer um processo de des-identificação social. Dessa forma também se passa de "o petróleo é nosso" a "não me interessa de quem é". A desagregação social possibilita a indiferença e com isso o fim da justiça social com democracia e a defesa da soberania política e a independência econômica do país.

A identificação com slogans vazios que não conduzem a lugar nenhum parecem tem um fim bastante claro, o fim das políticas de inclusão social.