domingo, 6 de diciembre de 2015

Democracia: un ideal abierto siempre por alcanzar

por
Carlos Andrés Duque Acosta, matemático, filósofo, doctorando en Unicamp – Brasil.

(cadacos@yahoo.es) 

Han sido días difíciles para la Izquierda y los movimientos sociales progresistas en la Argentina, sin duda. Se ha perdido el Poder Ejecutivo que se mantuvo por más de una década. Todos aquellos que creemos en el proyecto del F.P.V. hemos sido derrotados en unas elecciones legítimas en segunda vuelta y por un muy escaso margen: 51 % contra 49 % (en medio de una abstención inédita cercana al 30 %). Muy lentamente vamos pasando de la estupefacción inicial, de los comentarios estridentes y apocalípticos a los primeros momentos del duelo y de aquella calma que nos permitirá iniciar un análisis más sereno con miras a la acción futura, a mediano y largo plazo.
La tesis provisional que quiero defender en estas breves líneas con respecto a lo ocurrido en la Argentina es modesta. Sostengo que debemos seguir creyendo en la alternancia constitutiva de la Democracia: en el "No-Todo" lacaniano; en Derrida y la inexorable esencia metafísica que nos define; en Walter Benjamin y la imposibilidad de salida total del capitalismo. Una vez más hay que resaltar que la rotación periódica en el poder es un valor fundamental en la construcción de las democracias robustas y, Argentina, como lo hizo Chile hace poco tiempo, da hoy ejemplo al mundo. También se pierde en Democracia y desde luego, no es fácil "Bancarse la falta", como lúcidamente suelen afirmar mis admirados amigos lacanianos. 

Considero firmemente que hoy la Izquierda en la hermana República Argentina pierde, sí, pero por un estrecho margen ─aritmético y simbólico─ y sobre todo, en otras condiciones bastante distintas a las de hace 12 años. A pesar de nuestro dolor, de nuestra rabia, hay que subrayar que se ha avanzado mucho en estos años, incluso hasta un punto tal que no hay forma ya de retroceder y, sin embargo, también tenemos que tener claro que la lucha por la Democracia comienza cada nuevo día. También hoy, es tiempo de reflexión, de pregustarse precisamente por qué ganaron las fuerzas más reactivas del país. Se han cometido errores, las denuncias por corrupción no son pocas, acaso porque para que el Poder ─que todo lo corrompe─ no nos corrompa también a nosotros ─que perseguimos una causa de Justicia Social─ debe cambiar periódicamente de manos. Fueron más de dos décadas en el Poder Ejecutivo. Ahora deberá venir un periodo de revisión, de autocrítica; es el momento de empezar a reconstruir la oposición y allanar al mismo tiempo el camino para la reconquista de la hegemonía.

Desde luego, seguimos desconfiando de nuestros rivales y nos oponemos con fuerza a su proyecto neoliberal, privatizador, pero al mismo tiempo, debemos también ayudarle a nuestros adversarios a que, en medio de nuestras evidentes diferencias ─casi todas irreconciliables─ se dignifiquen, a que jueguen con altura el juego de la Democracia en el cual nosotros creímos, en el cual ellos vencieron.

Hoy debemos seguir recordando que la Democracia es un ideal abierto siempre por alcanzar, en el cual debemos seguir creyendo; por el cual debemos seguir apostando, trabajando. Reitero: no es sencillo ser demócrata, pues no es fácil aceptar que puedes perder y, que muchas veces, perderás. Claude Lefort recordaba que la Democracia es el régimen político donde el poder es un lugar vacío, inacabado, que siempre está construyéndose, reinventándose,  donde en lo posible se deberán alternar en el poder los intereses divergentes y los proyectos políticos inconmensurables; por tanto, debemos seguir celebrando la diversidad, reivindicando el valor de las diferencias, profundizando el pluralismo como alternativa de construcción de lo político, como camino hacia la construcción de un hegemonía de valores democráticos, la cual esperamos desde el Poder Ejecutivo y Legislativo, volver a liderar. Es sólo cuestión de tiempo.


Este mensaje lo expreso también teniendo siempre como horizonte y referencia a mi tierra, Colombia, que finalmente nunca tuvo un gobierno de Izquierda en toda su historia, pero, lo tendrá; o pensando en la altamente polarizada y atravesada por la violencia, hermana República Bolivariana de Venezuela que en diciembre nuevamente se juega su destino en las urnas.

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