jueves, 31 de diciembre de 2015

Jorge Alemán:

Con mucho esfuerzo y para tratar de entender escuché distintas voces antiK de distintos sectores del espectro medio: taxistas, empleados, enfermeras, médicos, peluqueros, psicoanalistas, etc. En todos los casos hay al menos un rasgo que insiste, estaban hartos de las llamadas confrontaciones, de las diferencias con Estados Unidos, con la prensa corporativa, el alineamiento con los gobiernos latinoamericanos y en particular Venezuela y finalmente la profunda convicción de que todos estos hechos políticos e ideológicos enmascaraban negocios que los medios corporativos con sus periodistas de la verdad descubrían. Para estos sectores la felicidad se vislumbra en el grado cero de lo político. La promesa de una "buena gestión" sin política y sin ideología y especialmente sin militancia es el mundo donde se puede dormir tranquilo.
Este estado de la situación pertenece aún al campo de la ideología; qué ha conducido a un enorme sector a confiar en aquello que los destruirá? O se trata de un nuevo tipo de subjetividad que prefiere vivir cualquier tipo de riesgo con tal de triunfar sobre el mundo militante que les recordaba todo el tiempo lo que no querían ser? No es seguro que estén engañados, es más probable que sientan el éxito de haber conseguido un espacio propio donde pueden gozar tranquilos de sus identificaciones.
Habrá que esperar los acontecimientos

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