http://firgoa.usc.es/drupal/files/Francis%20Fukuyama%20-%20Fin%20de%20la%20historia%20y%20otros%20escritos.pdf

Ahora sabemos que no es así.
El liberalismo en el poder repite las prácticas de las dictaduras de los años 1960-1970. En cuatro días Macri en Argentina se endeudó, liberó de impuestos a los exportadores de granos, aumentó las tarifas y nombró dos ministros de la corte por decreto. Contra eso tenemos como oponernos, hoy no son los años 90.
La tesis de Fukuyama se demostró falsa. Los pueblos de América latina pueden hacer emergir sujetos políticos nuevos, capaces de oponerse, avanzar en la acción política y proponer nuevas formas de gestión pública.
Precisamos que la ingenuidad y el resentimiento que tomo a una parte del electorado argentino perciba a que vino Macri y compañia.
Daniel tiene razón: no son los noventa porque Macri es algo mucho peor que Menen y porque hay cercana una experiencia exitosa de gobierno popular que restituyó y creó derechos, dejando un capítal de conquistas a ser defendidas. En realidad, esa es la herencia más pesada para la restauración procesista, cuyo mascarón de proa es exaltado de Macri.
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